Guía del viajero misionero intergaláctico
- marioalvarad
- 2 ago 2021
- 2 Min. de lectura
Cuando recibimos la noticia de esta nueva asignación, vino como un reto de parte de Dios, nos enfrentamos con la decisión de vender nuestras pertenencias, decir adiós a la familia y reconocer que no podríamos seguir comiendo nuestros taquitos al pastor; sin embargo, con amor y entusiasmo recibimos el reto, y ahí comenzó la aventura!
Nuestra gira
El reto comenzó confiando en que Dios proveería todo lo necesario, aún no teníamos la confirmación de nuestra nueva asignación, pero ya teníamos en puerta una gira misionera en nuestra casa, el Distrito Sur Fronterizo de México, y por Fe comenzamos a prepararnos para hablar de este nuevo reto.
No teníamos idea, sin embargo, justo un día previo recibimos la confirmación y pudimos compartir con las iglesias sobre esta aventura. A veces dudábamos sobre nuestra capacidad para preparar todo lo necesario, reunir los fondos y ser aptos para la labor que se nos confiaba, sin embargo Dios usó a muchas personas, congregaciones y el concilio de MNI del distrito para confirmar su voluntad en nosotros.



Damos gracias a Dios por todos aquellos que fueron parte de esta aventura con sus oraciones, palabras de aliento y ofrendas.
El viaje
Una vez concluidos los preparativos fue el momento para iniciar la aventura. A Jessi no le gusta volar, sin embargo lucía contenta...detrás del cubre bocas, claro.

Primera parada: República Dominicana! Eso quiere decir, que aunque no estábamos aún en nuestro nuevo hogar, por lo menos ya pisábamos tierras caribeñas, y específicamente, la isla "La Española". Y como ya sabrán, Jessi estuvo sirviendo aquí en la iniciativa Génesis, por lo cual ella ya se sentía en casa, y más aún, al visitar Haina, se sintió como en familia.


Fueron días de Bendición junto a nuestros excelentes anfitriones, AJ y Chealse Fry, a quienes les agradecemos enormemente.
Pero, era momento de salir a nuestro destino, así que empacamos el carro y seguimos el camino junto a David Campos y Erika Chaves, misioneros globales de la Iglesia del Nazareno en Haití, y claro, no olvidemos a Sarita.

Fue un camino un poco largo y cansado, pero poco a poco veíamos más cerca nuestro destino.


Cruzamos la frontera y ya comenzábamos a ver las diferencias culturales, leer letreros en otro idioma y escuchar las primeras conversaciones en Creol, eso comenzaba a generar expectación y emoción por al fin conocer nuestra nueva casa.
Y...3 horas y media después de cruzar la frontera, al fin...en nuestra nueva casa!


Gracias a Dios, nos empezamos a sentir en casa, empezamos a comprender un poco más la cultura y el idioma, Él ha provisto un equipo de trabajo que está dispuesto a trabajar con nosotros y ayudarnos a aprender y conocer más sobre todo, además de personas que se están convirtiendo en familia. Aún nos hacen falta patrocinadores para completar nuestros fondos, pero confiamos en que Dios seguirá proveiendo a través de hermanos e iglesias con corazones llenos de amor y generosos.
Bendiciones y, qué pasa si la energía de improbabilidad infinita se activa?
Todo muy normal, hasta que...
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