Hogar, dulce hogar!

Nos encontramos terminando nuestro segundo mes de servicio, ha sido una experiencia de bendición y aprendizaje.

Al fin hemos podido acomodarnos, después de una buena jornada de acomodo, reacomodo e instalación, sentimos que estamos en nuestro hogar.

La bendición de esta nueva casa viene con torta bajo el brazo, como decimos en México. Y es que tenemos unos excelentes vecinos, amigos y mentores. El matrimonio Webb ha sido un gran soporte para nuestro ministerio, compartiendo con ellos tiempos de crecimiento espiritual, ministerial, misional, etc.

Durante estos meses de pandemia no hemos podido desarrollar el ministerio de Trabajo y Testimonio de la misma manera que siempre, como todo, nos hemos tenido que reinventar y buscar otras oportunidades para mantener activo el ministerio, además podemos invertir tiempo en proyectos que teníamos pendientes.

Hemos embellecido nuestro nuevo jardín, podando los árboles frente a nuestra casa y sembrando nuevos árboles de papaya, los que esperamos sigan creciendo y de los cuales recibamos frutos deliciosos.

Además pudimos invertir una semana para convertir nuestra bodega de trabajo de esto:

A esto:

Aunque, no podríamos decir que fue posible, de no ser por un par de amigos que decidieron donar una semana de su tiempo para venir y ayudarnos en este proyecto, que por momentos, parecía interminable.

Gracias Henry y Bella por el apoyo!

Pero Trabajo y Testimonio no es solo sobre Pico y Pala, como decimos nosotros, también se trata de conexión, de servicio y ministerio integral, y en este tiempo, gracias a la tecnología hemos podido compartir con diferentes iglesias y distritos, como por ejemplo, en el distrito Sur Fronterizo pudimos compartir un taller con la JNI llamado "Adaptarse como el agua".

Damos Gracias a Dios por estos dos hermosos meses. Hemos sido bendecidos y esperamos poder bendecirles con nuestros testimonios.

Bendiciones, larga vida y prosperidad.